Al margen de las gestiones comentadas con la Dirección General de Ordenación del Juego, PokerStars y Amaya Gaming Group, también nos pusimos en contacto con estamentos superiores de la Hacienda Española. No queremos desvelar algunas cuestiones, no antes de que se definan, pero ante la evidente situación de irregularidad en que vive el poker online solo nos queda el recurso del ascensor: subir cada vez más arriba hasta que alguien con capacidad de decisión tome las directrices adecuadas.

A finales de julio hubo un nuevo intento por parte de la DGOJ para que hiciésemos una denuncia formal -inducidos por estamentos superiores-, pero los integrantes de nuestra Asociación desestimamos la posibilidad ante la excesiva burocracia, además de lo que implicaba el hecho en sí: volver a empezar.

Nos pareció inaceptable que una situación de la que son plenamente conocedores vuelva a la casilla de salida, cual juego de la oca. No se trata de denunciar un defecto de forma, sino de ponerse en la labor de resolver un fallo estructural de amplio calado. Ante eso no valen burocracias cansinas que solo pretender demorar la toma de decisiones.