El 15 de diciembre de 2015 recibimos un correo de la Sra. Cecilia Pastor, Subdirectora General de Inspección de la Dirección General de Ordenación del Juego. En el mismo trata el contenido del dosier que enviamos al Secretario de Estado de un modo un tanto simplista. Se puede resumir en un par de comentarios:

 - En la DGOJ realizamos controles que garantizan el Juego Seguro.

 - Vuestra Asociación no ha interpuesto ninguna denuncia.

A modo de replica le planteamos dos cuestiones: 

¿Tiene la DGOJ la certeza absoluta de que las casas de poker no manipulan el software en su beneficio?  

Los integrantes de POKERCSI estamos interesados en tener conocimiento del listado de controles efectuados en al año 2015 por parte de la DGOJ, centrados únicamente en el poker online.  

Al no recibir respuesta, insistimos en varios correos, sin ningún resultado.

Ante el silencio inexplicable mostrado por la Sra. Cecilia Pastor, trasladaremos las mismas preguntas al Director de la DGOJ, el Sr. Carlos Hernández Rivera.

El día 2 de setiembre de 2015 hicimos llegar a la Jefa de Secretaría del Secretario de Estado -Sra. Juana Losa- un dosier para el Secretario de Estado de Hacienda. En el mismo, expusimos todas las dudas existentes respecto de los controles ejercidos por la DGOJ en lo referente al poker online. Asimismo, ofrecimos algunas alternativas para la mejora de los mismos.

El día 4 de noviembre, ante nuestra insistencia, la Sra. Juana Losa nos hizo llegar un correo en el que se nos dice que el dosier enviado por la Asociación Nacional para la Confianza, Seguridad e Integridad en el Poker, había sido remitido a la Dirección General de Ordenación del Juego.

Posteriormente, ante la falta de noticias, pasado más de un mes de la recepción del correo anterior, preguntamos a la Sra. Juana Losa por la persona responsable en la DGOJ de valorar nuestro dosier. Su respuesta  fue que esta labor correspondía a la Sra. Cecilia Pastor, Subdirectora General de Inspección.

En anteriores entradas del apartado Crónicas ya hemos comentado algunos detalles de la actitud de la Sra. Cecilia Pastor. Esperamos que en esta nueva oportunidad el diálogo fluya de manera más efectiva.

Sabemos que las cosas de palacio van despacio. A medida que subes de nivel los silencios se hacen más espesos y las posibles respuestas se demoran. Estamos en un punto de espera, conscientes de las dificultades que entrañan nuestros planteamientos en las estancias oficiales.

Creemos que tarde o temprano, alguna autoridad verá la conveniencia de ejercer un mejor y mayor control del poker online. Por el bien de todos, especialmente de los jugadores. Es por ello que hemos seguido insistiendo, a pesar de las dificultades encontradas en el camino. Entretanto, pasa el tiempo sin que se adopten las medidas convenientes.

En el apartado Crónicas hemos expuesto un resumen superficial de las gestiones efectuadas. Nuestro objetivo es el de colaborar con las autoridades españolas en la mejora de los mecanismos de control del poker online. Solo en el caso de que se nos cierre la puerta buscaríamos una salida de emergencia.

Al margen de las gestiones comentadas con la Dirección General de Ordenación del Juego, PokerStars y Amaya Gaming Group, también nos pusimos en contacto con estamentos superiores de la Hacienda Española. No queremos desvelar algunas cuestiones, no antes de que se definan, pero ante la evidente situación de irregularidad en que vive el poker online solo nos queda el recurso del ascensor: subir cada vez más arriba hasta que alguien con capacidad de decisión tome las directrices adecuadas.

A finales de julio hubo un nuevo intento por parte de la DGOJ para que hiciésemos una denuncia formal -inducidos por estamentos superiores-, pero los integrantes de nuestra Asociación desestimamos la posibilidad ante la excesiva burocracia, además de lo que implicaba el hecho en sí: volver a empezar.

Nos pareció inaceptable que una situación de la que son plenamente conocedores vuelva a la casilla de salida, cual juego de la oca. No se trata de denunciar un defecto de forma, sino de ponerse en la labor de resolver un fallo estructural de amplio calado. Ante eso no valen burocracias cansinas que solo pretender demorar la toma de decisiones.